Homenaje a 45 años del asesinato del Padre Mugica

Por Tomás González

 

El grupo de Curas en Opción por los Pobres más la Comisión Permanente Homenaje al Padre Carlos Mugica organizó una jornada en memoria del Cura Villero.

En un principio La Comisión convocó a la Plaza Salaberry (lugar donde se encontraba el otrora Hospital Salaberry, donde Mugica fue llevado tras ser baleado y posteriormente murió).

 

 

 

 

 

 

Entre las personalidades públicas presentes en la plaza se encontraban Ricardo Capelli, amigo de Mugica; el periodista de Página 12, Luis Bruchstein; la Pastora Pentecostal Gabriela Guerreiro; y el padre «Paco» Olveira, quienes fueron turnándose en el uso de la palabra ante una multitud de 100 personas que colmó la Salaberry. También estuvieron presentes los legisladores Javier Andrade, Paula Penacca y Lorena Pokoik de Unidad Ciudadana.

Lectura del Documento en conmemorativo, por la Comisión Permanente Homenaje al Padre Carlos Múgica

Pastoral Gabriela Guerrero, de la Iglesia Pentecostal.

Ricardo Capelli, militante social y amigo de Carlos Mugica. 

Más adelante, este medio tuvo oportunidad de charlar con Capelli acerca de su relación con Mugica del que fue «su amigo desde los 17 años».

Finalizando el acto, habló Francisco «Paco» Olveira.

Acto seguido, se realizó la Marcha de Antorchas desde Plaza Salaberry hasta la Parroquia San Francisco Solano donde fue acribillado.

Llegados a la Parroquia, la misa fue presidida por el Grupo de Curas en Opción por los Pobres, con la presencia, entre otros, de la Madre de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas.

El 11 de Mayo es la fecha de nacimiento de Gustavo, hijo de Nora.

Horas antes de la celebración este medio pudo charlar con el Padre Eduardo de la Serna, del Grupo de Curas en Opción por los Pobres (OPP) 

 

Carlos Francisco Sergio Mugica Echagüe nació en Buenos Aires el 7 de octubre de 1930. Era uno de los siete hijos del matrimonio de Adolfo Mugica (fundador del Partido Demócrata Nacional, por el cual fue diputado entre 1938 y 1942, y Ministro de Relaciones Exteriores del Gobierno de Arturo Frondizi en 1961), y de Carmen Echagüe (hija de terratenientes adinerados de Buenos Aires) Cursó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de Buenos Aires, del que egresó en 1948 para ingresar en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. A los 21 años abandonó los estudios universitarios para ingresar en el Seminario Metropolitano de Buenos Aires del cual saldría ordenado sacerdote en 20 de diciembre de 1959.  Fue uno de los 270 presbíteros que el 31 de diciembre de 1967 adhirieron al Mensaje de los 18 Obispos del Tercer Mundo, número que meses después alcanzó 400 que desde abril de 1968 decidieron llamarse Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM) y conformaron un Comité organizador.

Carlos Mugica llevó adelante su obra pastoral y política en la Parroquia Cristo Obrero de la Villa 31, denunciando la desigualdad y los vejámenes a los que eran sometidos los habitantes de la Villa y organizándolos en asambleas y cooperativas de trabajo. Era común escucharlo citar al Abate Pierre cuando decía que «para hablarle de Dios a alguien que no tiene techo, lo primero que hay que hacer es conseguirle uno, haciendo esto ya le estamos hablando de Dios».

Antiperonista desde sus inicios, Mugica abrazó la causa del Justicialismo al ver el fervor de los trabajadores y habitantes de la Villa, «Yo sé por el Evangelio, por la actitud de Cristo, que tengo que mirar la historia humana desde los pobres. Y en la Argentina, la mayoría de los pobres son peronistas, para decirlo de manera muy simple»

Participó de la comitiva en el viaje aéreo que trajo de vuelta a Juan Domingo Perón al país en 1972. Con el triunfo de Perón en las elecciones de 1973, pasó a ser asesor ad honorem del Ministerio de Bienestar Social, encabezado por José López Rega, del cual se alejaría tiempo después por sus diferencias con el Brujo. 

Debido a su «opción por los pobres» concretada en una activa militancia social y por su independencia política recibió críticas de todos los sectores; amenazas de muerte y diversos ataques e intentos de matarlo. En una ocasión, luego de sufrir un atentado contra su vida escribió: “Nada ni nadie me impedirá servir a Jesucristo y a su Iglesia luchando junto a los pobres por su liberación. Si el Señor me concede el privilegio que no merezco, de perder la vida en esta empresa, estoy a su disposición”.

El 11 de mayo de 1974, después de las 20 horas, fue emboscado cuando se disponía a subir a su auto Renault 4 azul estacionado en la puerta de la iglesia de San Francisco Solano de la calle Zelada 4771 en el barrio porteño de Villa Luro donde acababa de celebrar misa. Mugica estaba acompañado de su amigo Ricardo Rubens Capelli.

Fueron atacados con armas de fuego por varios hombres, entre los que la investigación judicial identificaría a Eduardo Almirón como autor inmediato. Mugica recibió 14 balazos de frente, mientras que Capelli recibió 4. Ambos fueron trasladados al hospital Juan F. Salaberry —hoy plaza Salaberry, en Mataderos, donde fueron operados por el doctor Marcelo Larcade. Capelli fue trasladado al hospital Rawson y de allí transferido sucesivamente hasta incluso mantenido como detenido-desaparecido hasta 1978.

El 9 de octubre de 1999 los restos de Carlos Mugica se trasladaron desde el cementerio de la Recoleta hasta la parroquia Cristo Obrero de la Villa 31 de Retiro, donde descansan actualmente.