¿Una picadura explosiva?: CNEA libera mosquitos estériles para reducir el dengue
La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), en un despliegue de innovación y biotecnología, ha anunciado la liberación de machos estériles de mosquitos en Ezeiza, como parte de un proyecto que viene gestándose desde 2006. La iniciativa, descrita con entusiasmo por Marianela García Alba, responsable técnica del proyecto de control ecológico de mosquitos del Centro Atómico Ezeiza, tiene como meta reducir la población de Aedes aegypti, el famoso vector del dengue, a través de una estrategia de control biológico: liberación de machos estériles para evitar la reproducción efectiva.
¿Cómo funciona la técnica? A través de liberaciones continuas de estos machos estériles, se busca que, cuando se encuentren con hembras en campo abierto, la descendencia que generen no sea viable. En otras palabras, es una batalla de apareamiento donde el mosquito estéril “gana” al evitar que la hembra tenga crías. Según García Alba, este tipo de “mosquito de combate” no se limita a un solo apareamiento, sino que mantiene su esterilidad en cada encuentro a lo largo de su vida. Sin embargo, el verdadero desafío es lograr que estos mosquitos sean lo suficientemente competitivos para enfrentarse a los machos fértiles.
La idea suena tan sencilla como liberadora, aunque el éxito depende de cómo se mueven estos mosquitos dentro del área, su capacidad para superar en popularidad a sus rivales y, por supuesto, el compromiso de mantener las liberaciones constantes para que el impacto sea duradero. Es un plan que involucra evaluaciones en distintas etapas, tanto para medir la competitividad de los machos estériles como su adaptabilidad a las condiciones del campo.
¿Qué implica este proyecto para Ezeiza? La comunidad local es testigo y protagonista de una solución que suena casi futurista en su simplicidad, pero que requiere una ejecución y monitoreo constante. El objetivo es claro: reducir el número de mosquitos transmisores de enfermedades, pero es inevitable preguntarse cuánto tiempo tomará y cuántas liberaciones serán necesarias para ver una disminución significativa en la población de Aedes aegypti.
La técnica de “inundación de machos estériles” ha demostrado buenos resultados en otros países y proyectos, pero es una novedad en Argentina, y Ezeiza es el primer escenario de pruebas. Si todo sale según lo previsto, podría replicarse en otras regiones, ampliando las áreas de control del dengue. Sin embargo, el debate no termina aquí, ya que la liberación de insectos manipulados plantea desafíos tanto ecológicos como éticos.
Entre la alta tecnología y la naturaleza, el programa de la CNEA en Ezeiza promete una lucha sin precedentes contra el mosquito transmisor del dengue, confiando en que estos «mosquitos estériles» sean los nuevos héroes de la salud pública. Como dicen en la CNEA, el tiempo dirá si estos pequeños guerreros tienen lo que hace falta para ganar la batalla, o si, como tantas veces, será la naturaleza la que lleve la delantera.