Misa en Morón por la salud del Papa Francisco
La delicada situación de salud del Papa Francisco logró lo que pocas veces se ve en la política local: dejar de lado diferencias y unir a dirigentes de distintos sectores en un mismo espacio. El pasado sábado, en la Catedral de Morón, el obispo Jorge Vázquez encabezó una misa en la que se pidió por la recuperación del Sumo Pontífice, internado en Roma con un cuadro de neumonía bilateral.
El encuentro reunió a los intendentes Damián Selci (Hurlingham), Pablo Descalzo (Ituzaingó) y Lucas Ghi (Morón), además de los ex jefes comunales Martín Sabbatella y Juan Zabaleta. También se hicieron presentes concejales, funcionarios y dirigentes sindicales de la región, quienes participaron en la ceremonia con un mensaje de unidad y esperanza.
Un llamado a la oración y la reflexión
El obispo Vázquez destacó la importancia del Papa Francisco como un referente espiritual para millones de personas en todo el mundo y pidió a los presentes «mantener la fe y la oración» por su recuperación. Entre los asistentes se encontraban los concejales de Morón Diego Spina, Nadia Diz y Marcelo Notario, el presidente del HCD de Ituzaingó, Pablo Piana, y el ex diputado provincial Adrián Grana, entre otros dirigentes que se sumaron al pedido colectivo.
La evolución del Papa Francisco
El Sumo Pontífice, de 88 años, está hospitalizado en el Policlínico Gemelli de Roma desde el 14 de febrero. Ingresó con una bronquitis severa, que luego evolucionó a neumonía bilateral. El pasado viernes sufrió una crisis de broncoespasmo, lo que agravó su cuadro respiratorio, aunque respondió bien al tratamiento médico.
Según el último parte médico, su estado es estable, sin fiebre ni signos de infección, y se encuentra consciente, alimentándose por sí mismo y realizando fisioterapia respiratoria. A pesar de la leve mejoría, su pronóstico sigue siendo reservado, y la comunidad católica de todo el mundo sigue atenta a su evolución.
La misa en Morón reflejó la preocupación de la comunidad del oeste bonaerense por la salud del Papa, pero también dejó en evidencia que, más allá de las diferencias, hay momentos en los que la fe y la espiritualidad pueden tender puentes incluso entre quienes rara vez comparten el mismo espacio.